Entrenando a oscuras.

Era una noche solitaria en aquel frío y desolado cementerio de la aldea de la hoja, donde solo una persona se encontraba bajo de una de las tantas lámparas que alumbraba el lugar donde los difuntos descansan. Un chico de cabellos negros estaría leyendo un pergamino mirando fijamente aquel pedazo de papel intentando reconocer el significado de aquellas palabras, por lo que solo suspiraba constantemente. No sabía con exactitud que hacer al respecto. Por lo que optó por la simple decisión de hacer los mismos pasos que el pergamino le decía, era un tanto extraño ya que se trataba de uno de los tan comunes pergaminos que entregan  todos los estudiantes de la aldea. –Tsk, es un tanto molesto pero debo de mejorar esto si quiero convertirme en un buen ninja, que mejor lugar que un cementerio, nadie vendrá a molestar y puedo entrenar todo lo que quiera.- Mencionó riendo el pequeño mientras que rascaba la nuca propia. Mantendría sus orbes fijos en aquel pedazo de papel para intentar imitar los movimientos que ahí le decían que debía hacer para que la técnica fuera un éxito.

Una ventisca fría de aire golpearía las pantorrillas del chico haciendo que este sintiera un fuerte escalofrío, al parecer la idea de estar en un cementerio de noche no sería la mejor opción, ya que el chico aunque quería ser muy fuerte aún tenía alguno que otro sentimiento de miedo. Principalmente porque su mente le hacía bromas, le haría creer que no se encontraba solo en aquel lugar. Pero en realidad si lo estaba, o al menos eso creía, por unos instantes escuchó como el ruido de unas cadenas, lo que provocó que el muchacho soltara un suspiro e intentara aguantar la respiración. Escuchando esos monstruosos sonidos el muchacho solo se quedaba en silencio esperando a que esto terminara. Pero luego recordó el motivo por el que se encontraba ahí, debía entrenar para ser un ninja con más fuerza como su padre lo deseaba. –Bien, deja de perder el tiempo Hayato, así que ponte a entrenar de una buena vez, además es una técnica simple, deberás dominarla en cuestión de segundos.- Diciendo eso y alentándose más por su cuenta daría inicio al entrenamiento.

El cuerpo del chico se estremecería por aquellas palabras, para luego comenzar con el verdadero entrenamiento, llevando las manos al frente, juntando ambas manos simplemente para así formar el conocido sello del tigre, en ese momento su cuerpo dejaría de temblar del miedo por los dichosos fantasmas y se centraría en acumular la energía que proviene dentro de él, comenzando a manifestarse por unas ondas de color azul alrededor del cuerpo del peli negro. Sintiendo como sus ropas comenzaban a moverse por la corriente de aire que ejercía el chakra del muchacho este empezaría a hacer un leve sonido, haciendo que este se remarcara en todo el cementerio, al ser un lugar con tan poca acústica cualquier persona podría escucharlo. –Ahhh…..- Mencionaría mientras que sus ojos se cerraban momentáneamente para luego dejar que el cuerpo se soltara casi por completo, perdiendo de golpe la concentración por ver algo extraño. -¿Qui… quien anda ahí?- Mencionó titubeando al ver una sombra detrás de una de las tumbas del lugar. Para luego solo mantener su cuerpo en completa petrificación gracias al espectro o ser que se le había aparecido de frente.

El miedo se disiparía al notar al guardia del cementerio el cual simplemente mantenía sus orbes fijos en Hayato, este por su parte continuaba un tanto inmóvil ya que no esperaba ser atrapado tan rápido, o peor aún, ser asustado por un simple guardia, persona que ve casi todos los días. –Eh… Puedo explicarlo…- Mencionaría un tanto nervioso mientras que rascaba con su diestra la nuca propia, el guardia sin más comenzó a caminar hacia Hayato. Este por su parte comenzó a retroceder, no quería ser castigado o golpeado por su padre por hacer este tipo de travesuras que tanto le desagradan por lo que comenzó una caminata por el cementerio, corrió un poco para luego intentar despistar al guardia usando uno de los árboles como refugio. Pero el guardia también estaría listo para cualquiera de esas opciones por lo que con una linterna lograría ver a Hayato sobre una de las ramas de un frondoso árbol. Este solo se reiría de forma infantil, para luego dejarse caer hacia el piso, mientras que caía un tanto deprimido por ser atrapado por un guardia común y corriente. –Tsk, casi me salgo con la mía.- Dijo en un tanto infantil mientras que estaba a mitad de camino, fue cuando se le ocurrió una última cosa para perder al guardia.

Justo en el momento en el que el chico estaba a punto de caer al suelo, aquella energía que había concentrado previamente la usaría para cambiar de lugar, dejando una capa de humo justo donde iba a caer, lo que ocasionaría que el guardia mirase a ese punto, para luego el joven ser cambiado por un pedazo de madera, el cual caería ahí, el policía iría y golpearía la madera con un pie, haciendo que esta rodase, pero en realidad si se trataba de una madera, el verdadero ninja se encontraba detrás de una lápida esperando a que el señor se retirara. Por otra parte el guardia apuntaría hacia el árbol con la linterna, al no ver nada comenzaría a caminar a buscar al chico, caminando hacia detrás del árbol rodeándolo e intentando encontrar rastro de este. Mientras que el chico comenzaría a alejarse del lugar a toda prisa, sin detenerse por cosas insignificantes como un fantasma o sus propios miedos. Este se enfocaría en escapar de la escena y así evitar un castigo por parte de su padre. –Vamos que no te vea corre, corre.- Dijo para sí mismo corriendo a toda velocidad, saltando el cercado del cementerio y así logrando escapar con el éxito de hacer su entrenamiento.

Tecnica:

Stats:
Vida: 1000
Chakra: 950
Stamina: 200