Memoirs of a Geisha – Aquel día de lluvia… (part I- Flasback de entrenamiento.)

por Uchiha Hanashi Jue Ago 21, 2014 2:50 am

Un día en el templo, aprovechando un breve descanso de sus labores y de la celebración que se hizo en el templo en su honor por haber sido nombrada Kage, la pelinegra, sacaría de una de las bolsitas ocultas de su chaleco ninja una pequeña libreta que tendría una cubierta rosa pastel y algunas decoraciones de flores de sakura en un rosa más fuerte, ella la abrió y tras pasar algunas hojas que estaban ya ocupadas por letras, simplemente usaría su pincel para escribir con su buena letra, al tiempo que en su mente se decía así misma las palabras conforme las iba escribiendo a gran velocidad, con un lápiz de carboncillo, recargada en un árbol que habia en el patio lateral de se templo.-

“Tal cual como si de un suceso fresco se tratara… hay momentos en la vida que no se olvidan, yo no pedí nacer, mucho menos… nacer como mujer, además lo que menos quería era que aquella que me trajo al mundo muriera por precisamente… traerme al mundo, a este mundo de ninjas donde mi padre quería un varón para convertirlo en su tan preciado y poderoso ninja… a veces me pregunto que hubiera sido de mí, si en vez de ser mujer le hubieran concedido el deseo a mi padre y yo fuera un chico… sinceramente creo que sería un fracaso.

Tras la muerte de mama si bien hubo lágrimas y duelo, mi padre acepto la idea de que no podría cambiar mi género, no fue sencillo… pero tampoco fue que se tardará mucho en hacerlo, apenas tuve edad y la capacidad de coordinación suficiente, las primeras muestras de cariño de mi padre no fueron nada más que entrenamientos intensivos de taijutsu, dios… apenas aprendía a coordinar, porque tenía que ponerme cosas tan difíciles…? Oh si… porque el tenía le pequeña, extraña y estúpida idea de que por ser mujer, no era capaz de hacer lo que él hacía o lo que los monjes en el templo hacían.

No fue difícil adaptarme, gracias a los dioses aprendía rápido y era muy capaz de partirle la cara a cualquiera que me provocara hacerlo o que se atreviera a intentar robar algo del templo, yo era una niña muy ágil, muy rápida, también lista no importaba cual reto mi padre pusiera enfrente, yo lo superaba con creces… tal vez solo por llamar su atención por escuchar ese “Bien hecho mi niña”
Recuerdo muy bien aquel entrenamiento… él decía que si un Uchiha no era capaz de dominar ese jutsu, no podía llamarse así mismo Uchiha…

Era una madrugada lluviosa, las 5 de la mañana, como siempre mis entrenamientos privados con mi padre estaban por mucho fuera de los horarios de los monjes que entrenaban ahí, al principio no entendí que quiso decir mi padre con aquello, pero hizo un jutsu de tipo fuego, una especie de esfera de fuego pero eso no importo mucho, después me dijo que lo hiciera, no fue difícil memorizar los sellos, mucho menos replicarlos con mis manos, lo que me costó algo de trabajo fue mantener el fuego la lluvia era bastante intensa, mis ropajes estaban totalmente mojados, incluso los sentía algo pesados a pesar de que eran ligeros y cómodos, mi padre resguardado bajo el techo del templo solamente observaba, hubo un momento donde después de haber lanzado ya unas 3 o cuatro esferas de fuego, estaba cansada…

Pero cuando lo mire el lanzo esa mirada seria que me decía una sola palabra. “Sigue” y así fue, hice nuevamente el jutsu tal cual mi padre lo había hecho, con éxito logre hacer que mi jutsu diera contra un árbol y este cayo de lado, hizo algo de ruido pero nadie salió a ver qué pasaba, todos seguían con sus respectivas actividades dentro del templo.

Estaba algo agitada por haber gastado tanto chakra, pero mi padre llamo así que camine por el césped enlodado y al llegar frente al hice aquella reverencia como de costumbre, luego levante la mirada hacia él y tras su clásica y seria mirada simplemente comenzó a mostrarme otra combinación de sellos, no podía creerlo… este entrenamiento continuaría al parecer.

La lluvia poco a poco se dio, por suerte el árbol caído solo se quemó un poco pues estaba húmedo y eso sumado al agua que caía del cielo, pues... digamos que se evitó una catástrofe, pero bueno fue ahí cuando mi padre me mostro el siguiente jutsu tras decirme… “Felicidades, has demostrado ser una verdadera Uchiha has dominado el Gokakyu, pero hay mucho camino por recorrer… mi pequeña, el siguiente jutsu es conocido como Katon… Housenka no jutsu.” Como siempre, yo prestaba atención a sus palabras, actos, sellos, todo… cada movimiento era captado por mi vista, nada se me escapaba pues a mis casi diez años de edad, yo ya era una kunoichi con un rango oficial de genin, pero según mi padre, me faltaba poco para ser nombrada chunnin, yo siempre creí que era una exageración.

Así que ese día, continúe, tras ver como el ejecutaba el nuevo jutsu, ahora simplemente era mi turno, debía imitarlo para poder realizar eso que él me pedía, era un tanto similar al anterior pero estas esferas de fuego eran más pequeñas y rápidas, así que con tanta rapidez como mi destreza con los sellos me permitió, simplemente hice aquella combinación, concentre chakra en mi estómago, este rápidamente paso por mi esófago y basto con que yo, como si de un escupitajo se tratase, expulse aquellas bolas de fuego que fueron a dejar cinco huecos en la pared del templo, no pude evitar sonreír pues me salió a la primera, mire con una amplia sonrisa en a mi padre y este con su seria mirada solo asintió un par de veces para después decirme… “Vamos bien, ahora lo que sigue.” Me lleve una ligera decepción… creo que esperaba otras palabras, pero bueno, ya conocía a mi padre él era así… una vez más lo vi realizar un jutsu, esta vez tomo un Kunai en su diestra, pero tras hacer los sellos y concentrar su chakra este fue concentrado en el arma en su mano esta parecía arder con fuego, él la lanzo rápidamente contra el tronco caído y el arma comenzó a quemar la madera, no pude evitar sonreír al ver aquello pues me pareció un jutsu genial, así que le imite de nuevo, hice los sellos, luego rápidamente tome de mi bolsa de herramientas tres shurikens, mismas que fueron cubiertas por el chakra de fuego en mis manos, luego las lance contra el tronco y estas dieron el mismo efecto que el kunai de mi padre sobre la madera, nuevamente sonreí y le mire, el solo poso su mano sobre mi cabeza y dijo “Bien hecho mi niña, seguiremos entrenando después de la comida.”
Asentí un par de veces y sin más, levante la mirada de nuevo, para notar como las nubes grises en el cielo, volvieron a soltar su llanto sobre nuestro templo, en ese día nublado, según mi padre… le demostré que era una verdadera Uchiha por ser capaz de usar el elemento Katon."

Jutsus aprendidos: