Henge no Jutsu: Transformación

-Kushina, no puedes menospreciar una técnica simplemente por ser de las primeras que un ninja aprende. El henge no jutsu es una técnica básica que la mayoría de los ninjas conocen, pero eso no quiere decir que sea un jutsu inutil o que no sea bueno para el combate. Como todos los jutsus, tiene su momento y lugar, depende de ti cómo lo vas a usar para que sea efectivo o no.
-Pero si solo dije que iba a entrenar un jutsu de rango bajo...
-¡Precisamente eso! no hay jutsus de rango bajo o alto, sencillamente hay jutsus. Eso es algo con lo que siempre he estado en contra, no puedes catalogar a las técnicas por rango D, C, B, A o S. Si un ninja muere a causa de una técnica de rango S o por un simple kunai con veneno, igual muere. Jutsus son jutsus.
-¿Por qué tengo que llevar el disfraz de elefante?
-Recuerda que hemos estado entrenando el jutsu de transformación. Aunque ayer me mostraste que ya lo estas dominando, tienes que aprender a usarlo a un combate, eso haremos hoy. Entrenaremos ese jutsu en combate.
-¿Pero por qué el disf...? olvídalo...

Ahí estaban padre e hija, entrenando en el mismo lugar en el que siempre lo hacían: el claro en el bosque cercano a los campos de arroz. Esa mañana ambos habían despertado temprano, Kushina mas tarde que su papá, pues este había madrugado y por horas había intentado despertarla haciendo ruido o lanzandole gotitas de agua a la cara. Razón por la cual, Kushina se encontraba de mal humor, no le gustaba madrugar.

-¡Henge no jutsu!
Al realizar la posicion de manos correspondiente, Kushina logró transformarse en Kushina, pero sin el disfraz de elefante. Todo parecía indicar que ella podía realizar el jutsu, pero la transformación se desvanecía en un poco tiempo, por lo que su efectividad era nula. Su padre se detuvo a pensar por unos instantes qué podría hacer para que ella lograra dominar el jutsu más rápido.
-¡Ya se! Kushina, tu eres de esos ninjas que aprende en la práctica, no en los entrenamientos. El henge no jutsu tiene dos utilidades: La primera es ocultarte cuando tu enemigo está distraido y descansar o escapar si tienes la oportunidad. La segunda es confundirte con algun objeto del entorno para atacar por sorpresa a tu enemigo cuando esté con la guardia baja. ¡Eso es lo que vas a hacer! intenta concentrar tu chakra, eres buena en eso, solo tienes que acostumbrarte a mantener el jutsu, con la práctica lo lograrás.

No le fue dificil entender la utilidad del henge no jutsu. Si bien era un jutsu básico, su padre tenía razon, toda técnica tiene una utilidad, y ella intentaría dominar ese día la utilidad real de se jutsu básico que había estado practicando. Puso manos a la obra y frente a su padre entró en posición de combate. Ambos comenzaron a luchar por medio del taijutsu, lanzandose golpes y patadas el uno contra el otro. Su padre le dejaba poco tiempo para concentrarse, amasar chakra y realizar el henge, pero pronto tendría el momento oportuno.

Kushina conocía muy bien la manera de pelear de su papá, no necesitaba de una técnica de transformación para ganarle, pero si el entrenamiento era hacer el jutsu de transformación, tendría que hacerlo y ganarle gracias a ese jutsu. Sino no contaba, esas eran las reglas del juego.

Kushina comenzó a lanzar golpes cada vez mas rápidos y certeros, su padre solamente se limitaba a desviarlos puies la kunoichi no le daba espacio para mas nada. Lentamente comenzaba a ganar terreno sobre su papá, haciendolo retroceder con cada golpe o patada que le lanzaba. En uno de sus movimientos, Kushina saltó y le dirigió una patada a la cabeza a su rival, pero este la detuvo y le atrapó la pierna. Mientras caía kushina giró y le lanzó otra patada al pecho, pero gracias a su destreza habitual, su padre logró detenerle la patada pero esto le obligó a soltarle la pierna.

Al caer, se impulsó hacia el y le lanzo dos golpes, uno logró detenerlo, pero el otro sin más dio en el blanco, lo golpeó en la quijada logrando desorientarlo por tan solo unos minutos. Kushina entonces aprovecharía para realizar una posición de manos, concentrar su chakra y realizar el tan esperado jutsu de transformación. Una gran nube de humo se formó. Al dispersarse el humo, el padre de kushina intentó ubicar a su hija, la cual, se había transformado un árbol, uno de los tantos que estaban en su alrededor. Su padre comenzó a girar sobre si intentando dar con el árbol correcto, entonces, lanzó un kunai contra uno de estos.

El kunaio golpeó el árbol, pero este no perdió la transformación. Él, sabiendo que había elegido el árbol incorrecto, giró hacia atrás y se sorprendió al ver que todo estaba tal cual como antes. No había señas de Kushina en ese lugar.
-O se escondió muy bien o escapó...
Sorpresivamente, una nube de humo se hizo presente detrás del hombre, quien inmediatamente pensó lo peor, sí había acertado en el blanco, pero ella se había hecho la fuerte y no desvaneció el jutsu de transformación.
-¡Kushina!
Con rapidez, la kunoichi se sacó el kunai del vientre y se dejó caer con una sonrisa en el rostro, por suerte y gracias al disfraz de elefante este no había logrado herirla mucho, pero había una mancha de sangre en el disfraz. Su padre corrió hacia ella tan rápido como pudo, preocupado por el bienestar de su hija. La tomó entre brazos y como pudo rasgó la parte del disfraz en donde estaba la mancha.
-Estoy bien papá, no pasa nada.
-Claro que sí Kushina, mira, estas sangrando.
-Sólo es superficial, la vendaremos.

Unos minutos después, el padre de kushina le vendaba el vientre a su hija mientras se desgarraba en llanto, Kushina por su parte reía de la forma en como lloraba su padre pues le parecía gracioso que alguien como él llorara por un simple corte.
-Logré mantener el jutsu de transformación por un buen tiempo, a pesar de que me heriste con ese kunai, logré concentrarme lo suficiente para mantener la técnica. ¿Que te pareció?
-Demasiado arriesgado Kushina.
-Papá, los combates son así. Somos ninjas y tarde o temprano tendré que enfrentarme a peligros así. Mejor prepararme ahora que puedo, cuando esté en una situación real no tendré tiempo para que me pongan vendas.

Su padre se le quedó viendo por unos segundos y la abrazo, se sentía orgulloso de su hija por el progreso que había tenido en tan poco tiempo, sin embargo, eso no quería decir que ella dejaría de ser su pequeña.

Tras darle los primeros auxilios a kushina, el padre recogió todo y se fue con su hija a casa, el entrenamiento había finalizado por ese día.