Entrenamiento 1 - Shishi Rendan [Entrenando - Grupal]

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Akira estaba de vuelta en el campo de entrenamiento, no podía descuidar su forma ahora que había encadenado ya un par de días haciendo lo que no hizo en la academia. El campo de entrenamiento, como siempre parecía estar bastante lleno, algunos practicaban con armas, otros parecían juntarse con amistades a platicar más que practicar en grupos y otros solitarios parecían estar tan enfocados en sus asuntos que probablemente ni se darían cuenta de que el chico les observaba con atención. Su plan era el de siempre, observar a los demás y aprender cuanto pudiese basandose en ello. La zona era amplia, más de lo que inicialmente habría calculado así que el chico no tuvo problema en adentrarse un poco más y notar una zona bastante separada del resto, en ella se podía observar en la distancia una silueta que con rápidos movimientos parecía intentar encadenar series de golpes básicos, no era una mala idea en realidad, lograr implementar un buen combo de golpes, el desgaste sería reducido y si lo lograba pulir lo suficiente, podría causar bastante daño. No era lo común para Akira el saludar a desconocidos pero... parecía que esta vez el entrenamiento estaba comenzando y era una oportunidad dorada como para dejarla pasar.

Casi en silencio la figura del muchacho se acercó hasta la del chico entrenando, al estar más cerca su cabellera plateada se hizo ver y dejaba además, bastante claro el contraste con la melena desaliñada y oscura de Akira. Aclarando su garganta suavemente para hablar y con las manos entre los bolsos de su pantalón el chico saludó - Buenas tardes. No te había visto por aquí antes. - Algo de cordialidad podría ser útil, su actitud directa no siempre daba resultado así que era hora de intentar un acercamiento distinto.

¿Templo? Se preguntó el chico al escuchar su respuesta... su vestimenta parecía ser la de un ninja, su técnica no tanto y su respuesta lo dejaba un poco más claro, aunque lo mejor quizá sería indagar un poco a su debido tiempo. - También pareces ser uno... A decir verdad no solía venir mucho hasta hace poco. - dijo deteniendo su caminata a un par de metros del chico de cabello plateado. Estando ya ubicado allí escuchó la propuesta del muchacho. - Seguro. - respondió elevando las mangas de su vestimenta hasta sus codos. Sus gafas seguían en su lugar, sería difícil que las rompieran y de igual manera, en esta linea de trabajo era útil tener un par de repuestos por si acaso. Akira prosiguió - Estabas practicando combate cuerpo a cuerpo, ¿No? - cuestionó para asegurarse de ambos estar en la misma página. Akira dió unos pequeños saltos en su lugar relajando su cuerpo e hizo crujir su espalda alta y su cuello un poco, era algo habitual en él que casi todos los huesos de su cuerpo crujieran de cuando en cuando y en especial antes de actividad física. - Así que un templo ¿Eh? ¿Que tal la vida allí? - fue lo que se le ocurrió preguntar, no era que la información le fuera vital así que lo que el chico quisiera compartir por su cuenta estaría bien para él. Akira esperaba atentamente a contemplar sus movimientos para hacer espejo de los mismos por unos segundos mientras charlaban, luego el ritmo del entrenamiento dictaría sus acciones.

Akira observaba atentamente a su rival, el chico parecía... vacío en realidad. ¿Pero qué diablos había pasado en ese templo? Fue lo primero en cruzar por la mente del desaliñado joven. Akira se acomodó las gafas en su lugar mientras esperaba a un movimiento, ambos parecían tener la cautela de esperar por su rival. Finalmente la paciencia del otro chico se vió corta y se lanzó amenazador a comenzar el combate. Akira observó atentamente su movimiento... el golpe iba directo a su rostro pero era obvio luego de un leve movimiento que el golpe no llevaba la fuerza que Akira le había visto poner en sus golpes anteriores, eso podía significar que sencillamente no se estaba empleando al máximo o en realidad su estrategia era otra. Rápidamente Akira logró anticipar el golpe dirigido a su rostro y subir la guardia si en caso el chico lanzaba otro, y justamente así fue, su rostro evadió sin problema el primer golpe y sus manos capturaron el segundo, sin soltarle Akira intentaría lanzar una patada rasa para hacerle perder el equilibrio y posteriormente daría un salto hacia atrás para poner algo de distancia entre ambos. - ¿Se divierten de alguna manera en el templo? - preguntó Akira intentando sacar algo de plática y comprobar si su contrataque había resultado o no.

Buenos golpes. - Respondió Akira al elogio del chico. La verdad es que fue casi un golpe de suerte el haber evitado el segundo golpe, su guardia le permitió anticiparse por muy poco y necesitó de ambas manos para evitar recibirlo de lleno. Su manera de evitar la patada de Akira fue bastante efectiva, dejandole también un dolor agudo en la pierna al pelinegro luego de toparse de golpe con la del otro muchacho. Aprovechando el respiro Akira movió un poco la pierna y la soltó para relajarla. - Yo... Buena pregunta. Últimamente le he estado cogiendo gusto a entrenar, si soy honesto. ¿Qué hay de tí? - cuestionó el chico. Su patada había sido tan efectiva como los golpes del muchacho, pero al menos la idea podría funcionar... un engaño como el del chico mezclado con la patada de Akira... Habría que intentar. Ahora sería él quien tomaría la iniciativa, con un rápido movimiento Akira se lanzó directo hasta su compañero de entrenamiento, lanzando dos puñetazos seguidos a su rostro que no pretendían mayor cosa más que hacerlo moverse hasta atrás donde una cerca le impediría el moverse hacia atrás mucho más. Luego lanzó un golpe doble, similar al que había bloqueado hace poco, pero a los costados de su cuerpo, todo en un intento de hacerle saltar para evadirlos e intentaría finalizar lanzandole una patada en el aire, habría que ver que tal resultaría su estrategia, sus golpes iban más enfocados a la velocidad que a la potencia.

De seguro cualquiera que les viera entrenar llegaría a la conclusión muy bien fundada de que serían compañeros de entrenamiento de toda la vida, ambos se movían a velocidades parecidas y con ritmos muy similares, tanto así que su idea del combo de golpes había sido casi la misma con leves diferencias al momento de la ejecución que eran de esperarse. - Ni lo menciones... - Dijo un Akira sorprendido, ambos estaban en una sintonía que no había experimentado con ninguno de sus demás compañeros de entrenamiento. - Si no hubiese saltado cuando lo hice de seguro tendría unos dientes menos y un par de gafas rotas en la cara. - dijo soltando una pequeña risa al final. Su rostro sonriente exhibía sorpresa, admiración y algo de esperanza, más que nada por lo que de momento pensaba que esto podría llegar a inspirar en ambos. Este chico de seguro sería interesante, de uno o de otro modo, valdría la pena observarle. - Akira Kurusu. - correspondió el pelinegro acercandose al chico de cabello plateado para ofrecer su mano en un saludo... Kakashi, valdría la pena recordar el nombre.

No lo malinterpretes, esto ha sido genial, pero me ha llegado la hora de partir... espero verte en alguna otra ocasión. - Finalizó el chico. Independientemente de si su saludo era correspondido o no, Akira se giraría guardando ambas manos en los bolsillos de su pantalón y retirandose a un puesto de ramen cercano para llevarse algo al estómago. En el camino el chico meditaría más en su encuentro de hoy, tanto en la técnica como en el suculento muchacho de hoy... ¿Así que un Templo? También eso debería investigarlo a profundidad. Hoy probablemente había sido el día más productivo que había tenido desde salir de la academia.