Técnica de Inmovilización

Padre e hija se encontraban descansando bajo la sombra de un árbol de un claro de un bosque cercano a su casa. Todo indicaba que habìan estado entrenando durante un largo tiempo, pues en el claro libre de árboles se encontraban marcas de batalla y blancos colgados en los árboles con kunais clavados en el medio. Los dos se veían recuperados del entrenamiento, pues parecían estar tranquilos, no agitados como normalmente estaría alguien luego de una jornada de entrenamiento. Por otra parte, el padre de la chica se veía bastante golpeado, hasta con unos cortes leves que cubrió con vendas. Sin animos de descansar, Kushina continuó su entrenamiento mientras su padre descansaba, pero un entrenamiento mas suave en donde aún estando sentada, hacía movimientos con sus brazos simulando golpes y llaves con las cuales atrapar a un enemigo.

-Si esperar lograr algo con esos movimientos necesitas a alguien con quién hacerlos. Recuerda que solo la práctica logra perfeccionar lo que la teoría dice.
-Papá, me encantaría poner en practica mi manera de pelear contigo pero apenas puedes respirar para que continuemos el entrenamiento.
-Sí, pero podría sentarme delante de tí y por lo menos ser un muñeco se prueba para esas llaves que estas haciendo.
Con una sonrisa, Kushina cerró los ojos en espera de que su papá se sentara delante de élla para comenzar con su entrenamiento. Hizo una posición de manos con la que esperaría pacientemente a que su padre estuviera listo.

Sentados frente a frente, los dos hicieron una posición de mano y se saludaron en señal de respeto antes de comenzar una mini batalla de llaves en donde Kushina intentaría inmovilizar los brazos de su padre y viceversa. "Ahora" gritaron los dos al mismo tiempo, la primera en atacar fue Kushina, estirando su mano abierta hacia el pecho de su padre intentando agarrarlo por la camisa. Él por su parte le desvió la mano golpeandole el antebrazo con la palma izquierda, mientras que con su mano derecha intentó atrapar la otra mano de Kushina que ya se abalanzaba hacia la misma mano izquierda con la que antes se había protegido.
-Sorprendentemente eres rápido con las manos, papá. Lograste atraparme el brazo izquierdo, tu ganas el primer asalto.
La sonrisa en el rostro del maestro se vio opacada al ver como Kushina le golpeaba con el codo la muñeca derecha, debilitando el agarre que le tenía a Kushina, de modo que al retraer la mano logró liberarse de la atadura de su papá. Rápidamente giró la misma mano y atraó con su mano el codo de su rival mientras que con su otra mano intentó, al alargarla, tomarlo del cuello con suma rapidez. Con suma habilidad, su padre se echó para atrás forzando el alcance de Kushina, quien falló nuevamente en su intento por inmovilizarlo.

Al prácticamente dejarse caer hacia atrás, el padre de Kushina aprovechó el impulso y alzó las dos piernas para atrapar a kushina en una llave, pero como si supiera de antemano movimientos de su padre, Kushina atravesó su brazo de manera horizontal en entre las piernas de su papa evitando que se cerraran alrededor de su cuello. Ambos se observaron por unos segundos, decididos a no perder uno contra el otro, era una competencia entre padre e hija.

Con intrepidez, Kushina se lanzó hacia su papá, pero este giró en el suelo con Kushina quedando encima de ella, la cual usando la fuerza de sus piernas, se lo quitó de encima lanzandolo por los aires. Mientras él caía, la muchacha giró sobre si colcándose de pie antes de que su padre pudiera reincorporarse despues de caer en tierra firme.
-Kushina, pensé que ibamos a luchar sentados, mirate, estás de pie. Podría pensar que te forcé a hacerlo.
-Hiciste trampa, usaste tus piernas para atraparme. Se supone que ibamos a usar las manos solamente.
-Si dices eso me das a entender que me ganarías si usas todo tu cuerpo para inmovilizarme, te reto, inténtalo.
-No me retes papá, saldras perdiendo.
La mirada de Kushina cambió, al igual que la de su padre, ambos estaban serios. Kushina sin darse cuenta estaba siendo forzada por su padre, el cual hasta ahora no había mostrado ningún tipo de destreza en las artes ninja. Sin importarle mucho, el cabello de la Kunoichi se elevó en varias puntas como pulpo, iba a atacar en serio.

Aunque su padre retrocedió uno par de pasos al ver los cabellos elevados de la muchacha, se mantuvo y refirmó su posición de combate, adoptando una postura firme ante su contrincante. Kushina sonrió, mostrandose alegre por la valentía de su papá, pero este reto debía ganarlo, aunque era su alumna, no perdería ante su papá.

Rápidamente Kushina avanzó y le lanzó una fuerte patada, él la desvió hacia su hombro y lo usó como soporte para aprisionar el tobillo de la muchacha con su mano, para posteriormente golpearle la única pierna de soporte con una patada. De manera muy habilidosa, saltó y evitó la patada de su padre, llevando la pierna hacia el pecho de su enemigo y empujarlo, liberándose nuevamente. Giro en el aire antes de caer en el suelo pasando su larga cabellera roja delante de su padre como distracción. Antes de que su padre pudiera reaccionar,  Kushina pasó su mano a través de su cabello y le atrapó el cuello. Rápidamente se lanzaría hacia él y le rodearía la pierna derecha con su pierna izquierda usando la derecha como soporte. Con su mano izquierda le tomó el brazo derecho y tras soltarle el cuello le atrapó la mano izquierda con su derecha cuando él se disponía a empujarla.
-Parece que estamos en un predicamento,ninguno de los dos puede moverse. ¿Lo declaramos como un empate mi niña?
-¿Empate? mira bien, papá.
-Retiro lo dicho...
Al alzar la mirada, el padre de Kushina se percató que el cabello de la chica apuntaba su cuello en forma de numerosas estacas afiladas, las cuales se desvanecieron al mismo tiempo en el que Kushina lo soltaba, había ganado.
-Gracias por el entrenamiento, papá, fue muy entretenido.
-Gracias a ti, mi niña, por entrenar conmigo.

Kushina se estiró un poco y le dio un beso a su papá en la frente antes de ir a recoger las cosas para volver a casa después de finalizar el entrenamiento.