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Ficha de Taiyo
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Ficha de Taiyo
por Taiyo Kaguya Mar Jul 08, 2014 5:46 pm
» Datos del Ninja
TAIYO KAGUYA
"Si escuece es que está curando"
Datos Personales: Taiyo Kaguya
» Nombre:Taiyo Kaguya.
» Apodo: Tigre Blanco.
» Clan/Estilo: Kaguya
» Género: Shinobi
» Edad: 17 Años.
Datos Ninja:
» Aldea: Kiri
» Rango: Estudiante.
» Especialidad:
» Elementos: Suiton
» Caracteristicas del Ninja
| Físico: Personaje Utilizado. Bakura | Anime/Manga/Videojuego: Yu-Gi-Oh! ¿De dónde proviene? | Anime de Yu-Gi-Oh!
Soy un chaval de complexión media, tirando a grande. Mi altura no excede del metro ochenta. Espalda ancha. Pelo largo y blanco. Tez pálida debido al poco Sol de la villa.Ojos azules como el cielo, el poco que se ve en aquella zona. La expresión facial es serie, no hay motivos de alegría.Suelo ir vestido de negro para esconderme y camuflarme.
Con un collar de dientes de algunas personas que he tenido que dar muerte. Cinta de la villa en el brazo.
En invierno cierro la camisa negra. Me pongo otra camiseta debajo.
Descripción Psicológica:
--- Personalidad fría, si hay que matar, se mata. Mi objetivo como ninja es llegar algún día a ser alguien respetado por la villa y poder cambiar algunos asuntos que la atañen.
Soy una persona ambiciosa que no dudaría en pisar al prójimo para conseguir algo. Tengo miedo a perder algún día mi actitud, perder toda mi herencia genética o no saber como usarla.---
Soy un chaval de complexión media, tirando a grande. Mi altura no excede del metro ochenta. Espalda ancha. Pelo largo y blanco. Tez pálida debido al poco Sol de la villa.Ojos azules como el cielo, el poco que se ve en aquella zona. La expresión facial es serie, no hay motivos de alegría.Suelo ir vestido de negro para esconderme y camuflarme.
Con un collar de dientes de algunas personas que he tenido que dar muerte. Cinta de la villa en el brazo.
En invierno cierro la camisa negra. Me pongo otra camiseta debajo.
Descripción Psicológica:
--- Personalidad fría, si hay que matar, se mata. Mi objetivo como ninja es llegar algún día a ser alguien respetado por la villa y poder cambiar algunos asuntos que la atañen.
Soy una persona ambiciosa que no dudaría en pisar al prójimo para conseguir algo. Tengo miedo a perder algún día mi actitud, perder toda mi herencia genética o no saber como usarla.---
» Historia del Ninja
--- Era por la tarde, era casi la hora del ocaso y yo me encontraba mirando al horizonte sin pensar en nada, con la mente completamente en blanco. Hacía bastante tiempo que no salía a hacer nada por la villa. Con la caída del sol me estaba poniendo melancólico recordando de dónde venía mi nombre:
-Taiyo, es curioso que un sol se quede mirando hacia otro Sol-Y mientras lo decía, sonreía de una forma estúpida.
Seguí mirando al frente y empecé a pensar en el pasado, sobre cómo había sido mi vida, desde que nací hasta el preciso instante en el que me encontraba.
Nací en Kirigakura, la aldea oculta de la niebla, en un día de primavera inusual ya que por momentos pareció verse el Sol, el astro rey, en el cielo resplandecer y desconcertar a los lugareños puesto que no era muy usual ver semejante estampa. Mis padres me contaron esto cuando apenas entendía lo que pasaba a mi alrededor y me mantenía en pie, me llamaron Taiyo por lo inusual de aquel día. A mi de pequeño me hacía mucha ilusión saber que nací el día en el que apareció el Sol en mi villa.
Cuando era pequeño tenía la cara rosada, cosa que perdí con el tiempo y el escaso Sol que había en la villa. Nací con el pelo blanco como la niebla que poblaba toda la villa, de una punta a otra. Al principio al ser más pequeño y el primogénito de mi casa estuve muy mimado por parte de mi progenitora, algunos la hubieran llamado madre, otros, pero yo no. Recuerdo que cada cierto tiempo me cortaba el pelo, yo lo odiaba por que quería ser como los mayores que lucían coletas pero mi progenitora no dejaba de insistir y recordarme que mis demandas eran imposible, que los niños no podían llevar esos pelos y que quería que fuera una persona respetable y dejara de lado la ambiciones de la familia, que no fuera tan violento y me dedicara a algo alejado de los ninjas.
Yo sabía perfectamente que lo que decía era mentira, pues ella era una persona muy veligerante que a la mínima saltaba y si podía haber pelea mejor que mejor, nunca supe por que me decía esas cosas, ella tendría sus motivos los cuales nunca supe ni sabré.
Mi constitución era media, no destacaba mucho entre otros chavales de la villa, de los cuales yo no era amigo de ninguno puesto que descubrí el modo por el cual los chavales de la villa oculta de la niebla nos graduabamos allí, de ahí sacaron el apelativo de la niebla sangrienta. Debíamos matar a toda nuestra promoción para graduarnos, lo cual debido a mi sangre y a lo que había vivido en mi vida no veía del todo brutal ya que era el pan mío de cada día, muertes y más muertes, casi ninguna de la familia pero siempre empezadas por ella. Al fin y al cabo pertenecía al clan Kaguya el cual era famoso por sus ganas de pelea siempre y además por el kekkei genkai que poseía mi familia, el Shikotsumyaku. Consistía en confundir el chakra con el calcio de los huesos para poder moldearlos a voluntad propia.
Yo era un niño despreocupado por todo, era muy risueño y no prestaba mucha atención a las cosas hasta el día en el que me dí cuenta de mi futuro, debía matar en unos cuantos años a todos aquellos chavales con los que iba a la escuela, lo cual tampoco me desilusionaba en exceso, pero eran humanos y alguna vez había tenido que hablar con ellos por cualquier tema : Desde que me preguntaban por los puntos de mi frente o sólo por que me veían callado al final de la clase.
A mi no me hacía mucha ilusión el tener que hablar con ellos, pero hacía el esfuerzo ya que al fin y al cabo, pasase lo que pasase no los vería nunca más en un par de años, muriera yo o no.
Pasaron los años y yo cada vez me fui ocultando más y más hacia mi interior, como escondiéndome de los demás. Un día, no recuerdo exactamente cuando ocurrió todo, me levanté como todos los días para ir a la escuela. Lo extraño del asunto era que en mi casa había un par de personas más del clan las cuales estaban hablando de algo. Al verme, me hicieron las señas de que me sentara junto a ellos y empecé a escuchar lo que decían. Querían atacar un conboy de comerciantes que se acercaban a la villa, pero no para saquearlos, sino que se habían enterado de que les acompañaba una cuadrilla de grandes ninjas de otras aldeas y querían medir sus fuerzas. Yo en aquel momento pensé que era una tontería puesto que no tenían plan ni nada por el estilo, iban a atacar a lo loco, era un suicidio.
Y así pasó, al ver llegar el conjunto de comerciantes salieron todos a atacar a los ninjas. Yo me quedé escondido en la espesura confundido y camuflado con la niebla. Mi progenitora al verme me intentó arrastrar al campo de batalla, yo me negué y me soltó una patada en la cabeza que me hizo saltar muchos metros hacia atrás, me rompió dos dientes de aquella patada, además, casi al levantarme me sentenció con una frase que se me quedará toda la vida -"No vales para luchar, si no te matan aquí, te matarán en tu graduación, eres basura y como basura vas a acabar"- Eso me dolió mucho, además venía de la persona que me había dado la vida, ella debería quererme pero lejos de eso me despreció por razonar como seres inteligentes que somos, nunca olvidaré lo que me dijo ni lo que pasó después.
Mis progenitores y la gente del clan que les acompañaban fueron dados muerte en menos de 7 minutos, no pudieron hacer nada ya que no iban acompasados y atacaban a lo loco sin pensar en lo más mínimo de una estrategia bélica. Todos los de mi clan quedaron tendidos en el suelo y el conjunto de comerciantes siguió su camino pasando a mi lado.
Uno de los ninjas se quedó mirándome con cara de burla, soltó una carcajada pero no se bajó del carro y todos continuaron con su trayecto.
Yo, que por aquel entonces todavía me quedaba algo de compasión, di sepultura a la gente de mi clan a un lado del camino, cavé un agujero muy grande y dispuse los cuerpos de forma vertical, los tapé, esperé un tiempo pertinente y continué caminando con destino la villa pero sin lugar al que volver ya que me había quedado completamente sólo.
Desde ese momento hasta el día de examen de genin para graduarse en la escuela ninja sobreviví como asaltante de caminos por los alrededores de la villa. Contaba con el factor campo ya que conocía la zona y me era bastante fácil asaltar viajeros y ninjas novatos, quitarles el dinero y las provisiones y si era necesario, acabar con sus vidas. Al principio me costó bastante quitar la vida a una persona, pero al final, tristemente, te acostumbras.
Recuerdo la primera persona que maté, era un chaval como yo pero me sacaba un par de años ya que tenía una cinta de ninja. Desconozco completamente de que villa era puesto que no conozco para nada la simbología de las villas. El caso es que estaba reconociendo el terreno para luego poder venir de misión y traer a un importante burgués de su villa, una misión de reconocimiento.
El se adentró en mi territorio y yo salí a su encuentro para quitarle el dinero y las provisiones. El chaval se resistió, pero pese a ser un ninja oficial podría decirse, no me presentó ningún tipo de problema en la batalla, pareciera ser que las otras villas los ninjas tenían menos nivel o algo por el estilo. Aquel chico pidió clemencia, y en un momento de renuncia por mi parte me intentó atacar, craso error, no sé como lo hice pero conseguí sacar un mínimo ápice de hueso de mi cuerpo y se lo clavé el cuello pero mi intención en todo momento fue cogerle de la cabeza para chocarla contra el suelo y dejarlo inconsciente, nada de matarlo. Durante unos momentos dudé en que debía hacer, al final le cogí y le escondí en la maleza, se reconocía que había un cuerpo pero poco más. Así fue la primera vez que probé la sangre con mis propios huesos.
Llegó el día de la graduación y se explicó a todos los niños lo que debían hacer. Hubo muchas reacciones, algunos lloraron e intentaron escapar, otros no sabían que hacer y los demás, como yo, nos mentalizamos de la situación y empezamos a acabar con la competencia.
Los primeros en caer fueron los que lloraban ya que casi no presentaban resistencia. Al final quedamos 3 personas, 2 chicos y una chica. Debí de parecer llamativo o algo por el estilo puesto que los dos querían acabar conmigo primero pero no fueron rivales para mi en la encomienda.
La persona que primero fue dada muerte fue el chico, era más temerario y menos razonable, por lo que no pensaba mucho sus golpes y una puñalada a la altura del estómago bastó para tirarle al suelo y murió desangrado. La chica estaba temblando además de tener la cara como si hubiera estado llorando, es más, las lágrimas seguían deslizándose por sus mejillas.
Saltó hacia mi con furia, yo la agarré, y por compasión la partí el cuello. Al final resulté promocionado por la escuela y conseguí una cinta. Desde ese momento, volví a ser un vándalo rondando la villa.
Esa es mi historia, marcada por la crueldad de la villa y la de mi clan.---
-Taiyo, es curioso que un sol se quede mirando hacia otro Sol-Y mientras lo decía, sonreía de una forma estúpida.
Seguí mirando al frente y empecé a pensar en el pasado, sobre cómo había sido mi vida, desde que nací hasta el preciso instante en el que me encontraba.
Nací en Kirigakura, la aldea oculta de la niebla, en un día de primavera inusual ya que por momentos pareció verse el Sol, el astro rey, en el cielo resplandecer y desconcertar a los lugareños puesto que no era muy usual ver semejante estampa. Mis padres me contaron esto cuando apenas entendía lo que pasaba a mi alrededor y me mantenía en pie, me llamaron Taiyo por lo inusual de aquel día. A mi de pequeño me hacía mucha ilusión saber que nací el día en el que apareció el Sol en mi villa.
Cuando era pequeño tenía la cara rosada, cosa que perdí con el tiempo y el escaso Sol que había en la villa. Nací con el pelo blanco como la niebla que poblaba toda la villa, de una punta a otra. Al principio al ser más pequeño y el primogénito de mi casa estuve muy mimado por parte de mi progenitora, algunos la hubieran llamado madre, otros, pero yo no. Recuerdo que cada cierto tiempo me cortaba el pelo, yo lo odiaba por que quería ser como los mayores que lucían coletas pero mi progenitora no dejaba de insistir y recordarme que mis demandas eran imposible, que los niños no podían llevar esos pelos y que quería que fuera una persona respetable y dejara de lado la ambiciones de la familia, que no fuera tan violento y me dedicara a algo alejado de los ninjas.
Yo sabía perfectamente que lo que decía era mentira, pues ella era una persona muy veligerante que a la mínima saltaba y si podía haber pelea mejor que mejor, nunca supe por que me decía esas cosas, ella tendría sus motivos los cuales nunca supe ni sabré.
Mi constitución era media, no destacaba mucho entre otros chavales de la villa, de los cuales yo no era amigo de ninguno puesto que descubrí el modo por el cual los chavales de la villa oculta de la niebla nos graduabamos allí, de ahí sacaron el apelativo de la niebla sangrienta. Debíamos matar a toda nuestra promoción para graduarnos, lo cual debido a mi sangre y a lo que había vivido en mi vida no veía del todo brutal ya que era el pan mío de cada día, muertes y más muertes, casi ninguna de la familia pero siempre empezadas por ella. Al fin y al cabo pertenecía al clan Kaguya el cual era famoso por sus ganas de pelea siempre y además por el kekkei genkai que poseía mi familia, el Shikotsumyaku. Consistía en confundir el chakra con el calcio de los huesos para poder moldearlos a voluntad propia.
Yo era un niño despreocupado por todo, era muy risueño y no prestaba mucha atención a las cosas hasta el día en el que me dí cuenta de mi futuro, debía matar en unos cuantos años a todos aquellos chavales con los que iba a la escuela, lo cual tampoco me desilusionaba en exceso, pero eran humanos y alguna vez había tenido que hablar con ellos por cualquier tema : Desde que me preguntaban por los puntos de mi frente o sólo por que me veían callado al final de la clase.
A mi no me hacía mucha ilusión el tener que hablar con ellos, pero hacía el esfuerzo ya que al fin y al cabo, pasase lo que pasase no los vería nunca más en un par de años, muriera yo o no.
Pasaron los años y yo cada vez me fui ocultando más y más hacia mi interior, como escondiéndome de los demás. Un día, no recuerdo exactamente cuando ocurrió todo, me levanté como todos los días para ir a la escuela. Lo extraño del asunto era que en mi casa había un par de personas más del clan las cuales estaban hablando de algo. Al verme, me hicieron las señas de que me sentara junto a ellos y empecé a escuchar lo que decían. Querían atacar un conboy de comerciantes que se acercaban a la villa, pero no para saquearlos, sino que se habían enterado de que les acompañaba una cuadrilla de grandes ninjas de otras aldeas y querían medir sus fuerzas. Yo en aquel momento pensé que era una tontería puesto que no tenían plan ni nada por el estilo, iban a atacar a lo loco, era un suicidio.
Y así pasó, al ver llegar el conjunto de comerciantes salieron todos a atacar a los ninjas. Yo me quedé escondido en la espesura confundido y camuflado con la niebla. Mi progenitora al verme me intentó arrastrar al campo de batalla, yo me negué y me soltó una patada en la cabeza que me hizo saltar muchos metros hacia atrás, me rompió dos dientes de aquella patada, además, casi al levantarme me sentenció con una frase que se me quedará toda la vida -"No vales para luchar, si no te matan aquí, te matarán en tu graduación, eres basura y como basura vas a acabar"- Eso me dolió mucho, además venía de la persona que me había dado la vida, ella debería quererme pero lejos de eso me despreció por razonar como seres inteligentes que somos, nunca olvidaré lo que me dijo ni lo que pasó después.
Mis progenitores y la gente del clan que les acompañaban fueron dados muerte en menos de 7 minutos, no pudieron hacer nada ya que no iban acompasados y atacaban a lo loco sin pensar en lo más mínimo de una estrategia bélica. Todos los de mi clan quedaron tendidos en el suelo y el conjunto de comerciantes siguió su camino pasando a mi lado.
Uno de los ninjas se quedó mirándome con cara de burla, soltó una carcajada pero no se bajó del carro y todos continuaron con su trayecto.
Yo, que por aquel entonces todavía me quedaba algo de compasión, di sepultura a la gente de mi clan a un lado del camino, cavé un agujero muy grande y dispuse los cuerpos de forma vertical, los tapé, esperé un tiempo pertinente y continué caminando con destino la villa pero sin lugar al que volver ya que me había quedado completamente sólo.
Desde ese momento hasta el día de examen de genin para graduarse en la escuela ninja sobreviví como asaltante de caminos por los alrededores de la villa. Contaba con el factor campo ya que conocía la zona y me era bastante fácil asaltar viajeros y ninjas novatos, quitarles el dinero y las provisiones y si era necesario, acabar con sus vidas. Al principio me costó bastante quitar la vida a una persona, pero al final, tristemente, te acostumbras.
Recuerdo la primera persona que maté, era un chaval como yo pero me sacaba un par de años ya que tenía una cinta de ninja. Desconozco completamente de que villa era puesto que no conozco para nada la simbología de las villas. El caso es que estaba reconociendo el terreno para luego poder venir de misión y traer a un importante burgués de su villa, una misión de reconocimiento.
El se adentró en mi territorio y yo salí a su encuentro para quitarle el dinero y las provisiones. El chaval se resistió, pero pese a ser un ninja oficial podría decirse, no me presentó ningún tipo de problema en la batalla, pareciera ser que las otras villas los ninjas tenían menos nivel o algo por el estilo. Aquel chico pidió clemencia, y en un momento de renuncia por mi parte me intentó atacar, craso error, no sé como lo hice pero conseguí sacar un mínimo ápice de hueso de mi cuerpo y se lo clavé el cuello pero mi intención en todo momento fue cogerle de la cabeza para chocarla contra el suelo y dejarlo inconsciente, nada de matarlo. Durante unos momentos dudé en que debía hacer, al final le cogí y le escondí en la maleza, se reconocía que había un cuerpo pero poco más. Así fue la primera vez que probé la sangre con mis propios huesos.
Llegó el día de la graduación y se explicó a todos los niños lo que debían hacer. Hubo muchas reacciones, algunos lloraron e intentaron escapar, otros no sabían que hacer y los demás, como yo, nos mentalizamos de la situación y empezamos a acabar con la competencia.
Los primeros en caer fueron los que lloraban ya que casi no presentaban resistencia. Al final quedamos 3 personas, 2 chicos y una chica. Debí de parecer llamativo o algo por el estilo puesto que los dos querían acabar conmigo primero pero no fueron rivales para mi en la encomienda.
La persona que primero fue dada muerte fue el chico, era más temerario y menos razonable, por lo que no pensaba mucho sus golpes y una puñalada a la altura del estómago bastó para tirarle al suelo y murió desangrado. La chica estaba temblando además de tener la cara como si hubiera estado llorando, es más, las lágrimas seguían deslizándose por sus mejillas.
Saltó hacia mi con furia, yo la agarré, y por compasión la partí el cuello. Al final resulté promocionado por la escuela y conseguí una cinta. Desde ese momento, volví a ser un vándalo rondando la villa.
Esa es mi historia, marcada por la crueldad de la villa y la de mi clan.---
Taiyo Kaguya- Estudiante
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