Oficina del Nidaime Mizukage

Era una mañana como todas, y un amanecer más que el usual se avecinaba en Kirigakure. No hablamos solamente del sol naciendo por un extremo del horizonte, sino de una nueva era, una que hace tiempo el país del agua pedía a gritos. La aldea se había mantenido desde hace tiempo sin un lider establecido, y más que eso, lo había hecho gracias a la guía conjunta de sus shinobis. Pero la cooperación entre los miembros de la aldea solamente proveería hasta cierto punto, el viaje reciente de Akira le había revelado algo importante, un líder era necesario para ser de verdad competitivos, para no ser resagados por las demás aldeas shinobi y el mundo ninja en general. Se avecinaba una era de cambios en el mundo y Kirigakure debía estar preparada. Una nueva generación de shinobis tomaría lugar y Akira esperaría dar la talla para liderar a los de Kirigakure. No era algo que le llamara de sobremanera la atención, aspirar a ser lider de una aldea no entraba entre sus metas, pero era necesario. Kirgakure no podía seguir sin lider y ninguno de los miembros actuales estaba aún listo para cargar con el peso. Su tiempo como cabeza de la aldea no oficial le había enseñado lo suficiente para permitir en un futuro cercano administrar de mejor manera la aldea. Y su reciente travesía hasta Otogakure le había dado un recurso invaluable además de un aliado inesperado.

Akira se apareció en la oficina administrativa de la aldea sin más que sus pertenencias de siempre. La diferencia estaba en sus planes actuales. A lo largo de los meses en los que había sido parte activa de la aldea y ayudado en cuanto se le pidió se había hecho de varias amistades en la administración de la misma, shinobis de rangos superiores de los que el pelirrojo había aprendido suficiente como para madurar hasta lo que era ahora. Aún le faltaba aprender bastante, pero era un buen inicio. Su determinación férrea le impulsaría a hacer cuanto fuera necesario para que Kirigakure resurgiera y fuera nuevamente una potencia entre las naciones shinobi. El pelirrojo se dirigió sin decir mucho hasta la polvorienta y sin usar oficina del mizukage. Era solamente una estructura, puesto que desde hace mucho tiempo que no había tenido un lider designado y era usada por todos como un área común en el que poder ir a planear lo que la aldea requiriera. Akira entró y observó un pequeño trozo de tela con el kanji de Kage escrito en él, cerca de él estaba el atuendo de la antigua Mizukage, misma que una vez fuese portadora de una poderosa espada de la niebla, poniendose el gorro en la cabeza el médico se sentó en la silla principal, a la vista de los presentes y se puso el gorro sobre su frondosa melena rojiza. - Creo... que es hora. - musitó a bajo volumen. - Kirigakure necesita un lider. Si alguien desea enfrentarse a mí por el puesto... Adelante. - dijo tomando un libro en la mano y calculando a todos los presentes con una seria mirada, sus pupilas ahora ligeramente más estrechas evidenciando los primeros cambios sufridos por su reciente implante...

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Ninguno de los presentes pudo oponer resistencia, no todos estaban de acuerdo con la toma de poder pero aun así, no era tiempo de pronunciarse al respecto. Akira Kaburagi tomó el puesto de Nidaime Mizukage marcando así un antes y después. El libro de la histori sería modificado hoy. Aun con una interna y discimulada rabia, todos los presentes mostraron una reverencia, ante el nuevo jefe supremo del edificio... Nidaime Mizukage, Akira Kaburagi.

Off: Al haber más ninjas en la aldea, aunque ninguno de ellos logra el mínimo de rango (jounin) se esperará 24hrs para una objeción legal.. A partir deese momeno cualquier Jounin de Kiri podrá retar a Akira Kaburagi por el puesto

Akira contempló como algunos no parecían estar de acuerdo con su toma del poder pero estaba dispuesto a lidiar con ello, nadie podría de momento debatirle el cargo así que se aprovecharía de ello. Esperó por unos momentos y al encontrar literalmente ninguna oposición se levantó de la silla y dijo en voz alta - Bien, recibirán instrucciones pronto de parte de la aldea. Hay algo que debo hacer. - dijo comenzando a caminar hasta la salida con el sombrero de Kage puesto. Inmediatamente después de salir de la oficina el pelirrojo bajó a informar de lo ocurrido y a dejar las primeras indicaciones que involucraban una limpieza total del edificio tanto por dentro como por fuera. Adicional repartió responsabilidades entre sus compañeros shinobi de alto rango para que todo tuviera un orden, todos tendrían algo que hacer y los que no tenían un trabajo de tiempo completo en la aldea lo tendrían por rondas como guardias o ayudantes en casos que se necesitara. Un anuncio a la aldea como tal podría ser justo pero no era el momento. Había mucho que hacer y casi nada de tiempo para ello.