El cartero [Misión D]

Había adquirido un par de técnicas por lo que era hora de presentarse ante el Kage de la aldea y así pedir su primera misión en solitario, este le pediría que revisara el tablón. –Uhm, veo que tengo que hacer misiones de mi nivel, o uno mayor, bueno no pierdo nada por andar de vago un momento y tomar una de mi propio nivel.- Mencionó mientras que tomaba una de esas misiones y decidió comenzar a caminar por la aldea, buscando a la persona que había puesto la misión. Tendría que encontrar al encargado ya que si quería tener un tanto de dinero pues esta era su oportunidad. Llegaría a la dirección dicha en la hoja, tocando la puerta un par de veces esperaría a que alguien abriese, pero al parecer no había nadie en la casa, por lo que se sentó un momento en el pórtico esperando a que llegaran los dueños de aquella casa, leyendo constantemente la hoja de la misión para no aburrirse. –Vamos señor o señora que es lo que lo atrasa tanto necesito hacer esta misión lo antes posible si quiero comer algo rico el día de hoy, llegue pronto.- Dijo repetidas veces mientras caía en la desesperación, ya que se encontraba muy aburrido en ese momento.

En unos momentos de aquella larga espera una anciana aparecería en la escena, dejando a notar que ella era la dueña del lugar. Por lo que Sasuke se levantó del pórtico, mirando a la señora para así hacer una pequeña reverencia mostrando su respeto. La anciana por su parte solo se reiría. –Señora, vengo por la carta que dice esta misión.- Mencionaría el ninja mientras que señalaba la hoja de papel que él poseía en sus manos para así esperar a que la anciana le diera la carta. –Oh si la carta, espera a un momento iré por ella.- Diría la señora subiendo por las escaleras, dejando al shinobi fuera del domicilio esperando a que ella volviese con la carta que debía entregar. El muchacho se desesperaría un tanto más por aquella espera. –Vamos señorita apúrese necesito ser un ninja más fuerte, vamos, vamos.- Mencionaba mientras que saltaba en el mismo lugar un par de veces. Rascándose la nuca con una mano se sorprendería de que la anciana lo había escuchado, por lo que solo se inclinó nuevamente haciendo señal de su arrepentimiento, al tener la carta en sus manos el chico sonrió e hizo el símbolo de que todo estará bien. –Déjelo en mis manos, yo entregare esta carta sin importar que.- Mencionó el ninja para así correr hacia la calle yendo a su destino.

La excitación era tanta que olvidó preguntar en donde se encontraba la otra persona, por lo que solo se detuvo un momento y pensó. “A donde tengo que llevarla…” Tras pensar aquello, solo se reiría un poco, ya que se encontraba solo no podía evitar reírse de sí mismo, nadie creería que un Uchiha se reiría de sí gracias a una tontería que él mismo ocasionó. –Bueno, lo mejor será que regrese.- Mencionó para luego volver corriendo al lugar donde la anciana se encontraba, para su mala suerte, la anciana había decidido volver a salir, por lo que lo mejor que podía hacer era esperarle, ya que de lo contrario perdería más tiempo intentando buscarla. Pasaron las horas y el chico Uchiha continuaba esperando a que la anciana llegase a su casa, un tnato desesperado, subió a un poste de luz de un salto para así lograr ver a lo lejos que la anciana se aproximaba por la calle, así que sin más decidió ir a donde ella se encontraba. –Disculpe señorita, no era mi intención espantarle, pero me quedé con una pregunta… ¿A qué dirección la quiere que la envíe?- Dijo mirando a la señora, la cual solo se reiría para así responder. –Con el señor Fugaku el señor que vive cerca de la tienda de comida rápida.- Exclamaría la anciana mientras que el Uchiha, ahora con una meta correría en dirección al puesto de comida rápida.

Al correr no podía dejar de imaginar los secretos que el correo ninja tendría, no podía pensar en otra cosa más que algo ultra secreto que solo los dueños de dicha carta pueden leer. Por lo que al llegar a casa del señor Fugaku, el Uchiha golpearía la puerta un par de veces. Para así escuchar que el señor de la casa abriría, mirándole solo parpadearía un par de veces para así cuestionar. -¿Puedo ayudarle en algo joven?- Diciendo eso, el Uchiha sacaría la carta, para así mostrarla y darcela. –Es parte de una misión, la carta debe de llegar a sus manos, ahora que está ahí, me retiro.- Dijo el Uchiha para ser interrumpido por el señor antes de que este diera un salto para luego irse del lugar. –Espera, chico ¿Sabes que es el amor?- El joven solo le miraría de reojo esperando a que continuase con su plática. –El amor es algo que las personas sienten, cuando una chica y un chico se quieren tanto no importa el tiempo, ni la distancia.- Diciendo eso el señor Fugaku abriría la carta mostrándole el contenido de que aceptaba. –La señora Oliv decidió aceptar casarse conmigo, estoy tan feliz…- El Uchiha se quedaría sin habla por lo que simplemente decidiría irse del lugar.